Al hablar de remunicipalización de los servicios públicos, queremos referirnos a la recuperación de la gestión de nuestros servicios esenciales en manos de empresas privadas que, como objetivo, tienen el beneficio económico por encima de otras finalidades como la eficiencia, la eficacia o los derechos laborales.
En Madrid, la gestión de los servicios esenciales, es un pastel de dinero público que se reparte entre grandes corporaciones empresariales o grupos económicos, y en menor medida, empresas privadas de menor envergadura que también engrosan sus cuentas de resultados con el dinero de todos/as, obedeciendo a políticas neoliberales alimentadas por los gobiernos consecutivos del PP en las últimas tres décadas, y a nuestro pesar, también de Ahora Madrid en esta última legislatura.
Pocas luces y muchas sombras tiene la gestión de este equipo de gobierno en materia de recuperación de la gestión de nuestros servicios públicos. Las luces se centran en:
- La recuperación del 49% de la empresa mixta Funeraria de Madrid y la subrogación de la totalidad del personal.
- El cambio de gestión a un modelo público de BiciMAD, subrogando a la plantilla que trabajaba con un contrato indefinido, aunque se dejó en la calle a casi la mitad de los trabajadores/as que prestaban sus servicios a través de una ETT en la empresa Bonopark.
- La recuperación de la gestión del Parking de Plaza de España subrogando a la plantilla.
- La devolución a gestión pública del Teleférico de Madrid, también subrogando a trabajadores/as.
Pero, hay un largo número de posibilidades de remunicipalización de distintos servicios que llegaron al final de su concesión, por los que no se ha apostado para realizar las políticas en esta materia que recogía el programa electoral de Ahora Madrid, muchas sombras.
La remunicipalización, recuperación o cambio de gestión de un servicio público, conlleva el abaratamiento, el control y la calidad del mismo, así como la defensa de los derechos laborales y de usuarios/as. Es por todo esto, que el iniciar una hoja de ruta para la remunicipalización de los servicios públicos, como recoge el programa electoral de este equipo de gobierno, tiene mucha importancia.
Sobre este aspecto, cabe reseñar las oportunidades perdidas con distintos sectores que, llegando a la conclusión de su concesión (la forma más oportuna para terminar con la privatización de un servicio), decidió blindar una vez más la externalización de estos sectores.
De esta manera, la gestión del servicio de recogida de RSU, LíneaMadrid/010, Ayuda a domicilio, Centros de personas sin hogar, Escuelas de Música y Danza, Centros Deportivos Municipales, Limpieza de edificios y Locales, Intervención Social, Centros de ayuda Infantil y tantos otros, sin olvidar el acuerdo al que se ha llegado con Dragados para romper el contrato de Mantenimiento de Túneles y que se ha decidido volver a sacar a concurso en breve, supone, dar continuidad a las políticas conservadoras que han deprimido y erosionado nuestros servicios públicos.
La falta de voluntad política, o la certeza de seguir alimentando las cuentas empresariales en contra de los derechos de la mayoría, hacen que el pastel público sea provechoso para las élites y no para los vecinos/as. Esa decisión ha sido asumida por Ahora Madrid, relegando al ostracismo la voluntad de las bases que apostaron por un programa electoral social, comprometido y solidario.
Desde la Bancada Municipalista, se apuesta por estudiar la forma menos traumática y más sencilla para abordar la recuperación de la gestión de los servicios públicos como camino a devolver, a usuarios/as y vecinos/as, el control y participación de los mismos. Pero no existe solo la opción de esperar a la finalización de una concesión, también buscar la manera de rescindir contratos incumplidos por parte de las concesionarias, hábito extendido en casi todos los servicios.
Al hablar de remunicipalización, asumimos la subrogación de las plantillas y la participación ciudadana como eje principal que vertebre esta política. Porque solo de esta forma se puede ejercer un control real de la calidad de los servicios. El pastel de los servicios públicos ha de ser de las gentes de Madrid.